¿Nos estamos equivocando en el mensaje?
¿Conectan nuestros mensajes con los valores, deseos y objetivos de los jóvenes que son la cantera del cooperativismo de trabajo de la próxima década? ¿Estamos dando una respuesta útil a sus miedos?
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¿Conectan nuestros mensajes con los valores, deseos y objetivos de los jóvenes que son la cantera del cooperativismo de trabajo de la próxima década? ¿Estamos dando una respuesta útil a sus miedos?
2024 marcó el fin de un ciclo ideológico, el del identitarismo. También el de un verdadero renacer de las cooperativas de trabajo en Europa. La ventana que se abre nos da una esperanza, que un segmento de la juventud se lance a la conquista del trabajo.
Ocho tendencias que creemos que afectarán a todo lo que nos rodea durante 2025-
El crecimiento de la pasividad social desde finales de los ochenta ha sido una consecuencia de la devaluación del trabajo. La primera Internet comenzó a revertir la pasividad pero, redes sociales mediante, acabó multiplicándola hasta convertirla en el aire del mundo ultraindividualizado y solitario que ahora vivimos. Pero ¿Y si construir alternativas a las formas de comunicación mediadas por los pilares de la pasividad no fuera tan difícil como pensamos?
Los estudios de sociólogos, economistas y psicólogos nos dan algunas claves para entender el impacto de la atomización social y por qué impulsa el auge identitarista -tanto de la «Identity Politics» como de la xenofobia ultraderechista-, su relación con la destrucción de las relaciones comunitarias en una época de precarización vital y laboral, y cómo todo se realimenta reforzando la peor pasividad social.
Diez años después del ascenso de Podemos en las europeas de 2014, es la ultraderecha quien capitanea la «revuelta contra las élites» sin abandonar la pasividad que ha sido el contradictorio articulador del descontento y la desafección durante esta década.
Lo que los estudios demoscópicos nos dicen sobre la consciencia social, la proliferación de liderazgos autoritarios y cómo trabajar para cambiar realmente las cosas.
La política «de la calle» repite una y otra vez lo que habitualmente reprocha a los políticos profesionales, es meramente reactiva y declarativa. Es hora de darse cuenta de que democracia no es sólo lo que coreas sino, sobre todo, lo que construyes. Y en ese frente, el único capaz a largo plazo de dar forma al curso de las cosas, siempre faltan manos. ¿Te unes?
Lo que nos dicen los estudios sociológicos y los sondeos sobre cómo se puede conectar con el ánimo social, impulsar acciones prácticas colectivas y empezar a cambiar el estado de cosas en 2024
Una de las cosas más interesantes de los últimos dos años en la red ha sido la evolución retórica de conspiranoicos y espiritualistas. Es todo un salto evolutivo desde la retórica cientifista -y no menos tramposa- del decrecimiento.
Decía Marx que Lutero había eliminado a los curas porque había colocado un cura en el corazón de cada persona. Las tendencias de las empresas anglo y el feminismo parecen repetir el patrón colocando ahora un gestor de personal y un entrenador de fitness en el corazón de cada móvil.
Qué ha quedado de ese supuesto «movimiento» para recuperar zonas rurales abandonadas con casas de bajo impacto ecológico.
El futuro es, para cada vez más gente, un lugar en inquietante penumbra.