Un logo para los maximalistas
Un logo para los maximalistas.
Sólo la comunidad organizada puede generar un mejor modo de vivir
Un logo para los maximalistas.
Los sistemas productivos basados en los comunales contemporáneos que crean productos ante necesidades, innovan más y llegan más lejos antes que la industria orientada a mercado y protegida por patentes.
La ausencia de comunidad y la centralización de las estructuras de control son contraproducentes para el resultado del trabajo colectivo.
Tendemos a subestimar el papel de los textos judíos y cristianos en el imaginario actual. Es un error. Todos esos relatos y actitudes forman parte de nuestra cultura e incluso el que nunca leyó los textos originales está condicionado por ellos. Por marciano que pueda parecernos que una comunidad exija a los nuevos miembros que entreguen cuanto tienen, es lo que la cultura genera como expectativa.
Nadie diga que algo es suyo, ni se lo imagine.
Los problemas a los que nos enfrentamos y que se concentran en la relación ciudad-ruralidad, tienen dimensiones civilizatorias, pero pueden enfrentarse de manera muy concreta en espacios concretos.
Los problemas a los que nos enfrentamos y que se concentran en la relación ciudad-ruralidad, tienen dimensiones civilizatorias, pero pueden enfrentarse de manera muy concreta en espacios concretos.
Una colectividad es un grupo de personas que deciden trabajar juntas tratando como un único bien común todo lo que produzca su trabajo. Ese bien común, que no son solo fondos, sino también conocimientos, relaciones, inmuebles y hasta tecnologías, es a lo que se llama «el comunal».