Yakarta colapsa. Es una ciudad masificada, insostenible y que, literalmente, se hunde en un gran vertedero de basura y agua. El 40% está ya bajo el nivel del mar. ¿Solución gubernamental? Construir una nueva megacapital, supuestamente ecológica, en Borneo. Lo mismo de siempre con algunas mejoras en las formas de las unidades individuales y los servicios. Pero al final... una gran concentración lista para alcanzar su punto de colapso un poquito más allá.
¿Por qué repetir el modelo que implosiona añadiendo tan sólo algunos cambios que no cambian el conjunto ni sus perspectivas? Porque una gran concentración, dirigida gubernamentalmente, que va a desplazar a millones y requerir capitales gigantescos es un paraíso para los grandes fondos de inversión: así pueden colocar de forma productiva y relativamente segura masas de dinero en busca de colocación. Egipto y Arabia Saudí están haciendo lo mismo.
Resumiendo: Mudar de capital y dejar una gran ruina para el futuro es un buen negocio financiero. Pero ¿es desarrollo? Desde la perspectiva del PIB es crecimiento, pero desde luego no es desarrollo humano, que como siempre, queda en otro lado, de otra manera y con otros protagonistas.