Economía
Conatos de crisis financiera y aumento de desigualdades en EEUU
El riesgo de una nueva crisis financiera está sobre la mesa. El sector financiero ha vuelto a las andadas porque realmente la economía global no da para más. Especialmente en el «bloque» estadounidense, cuya decadencia amenaza con tomar la forma de una crisis financiera de largo aliento. A fin de cuentas... en realidad no hemos salido de la crisis de 2009.
En 2025 la nueva política económica que trae el trumpismo probablemente se parezca más una apuesta por parar la desindustrialización interna a costa de desindustrializar aún más a los aliados como la UE que a un cambio de tendencia.
Hoy EEUU es Saturno devorando a sus hijos/aliados: por un lado el sector tecnológico y los tipos relativamente altos succionan el capital del resto del mundo, por otro, como tendencia a medio plazo, la succión reiterada de capital produce una mayor capitalización y una productividad más alta...
El problema: ambas cosas se concentran en el sector tech (la máquina de monopolios digitales) y en la «industria» financiera. Es decir, cuanto más capital succionan de sus aliados más desigualdad interna entre sectores industriales y entre grupos sociales producen en el interior, lo que alimenta su disenso y crispación interna.
Desindustrialización y crisis política en Europa
Y ésto, traducido desde la evolución europea significa desindustrialización a todas las escalas empresariales y un incremento de la pobreza laboral y la precariedad vital que alimentará a su vez las turbulencias políticas en el seno de aparatos políticos y partidarios cada vez más ajenos a unas mayorías trabajadoras crecientemente frustradas.
Una tendencia que las políticas llamadas de Justicia Social no solucionan, pues renuncian crecientemente al universalismo de los grandes sistemas sociales de posguerra para justificarse casi exclusivamente sobre los más vulnerables. Resultado: hay y seguirá habiendo pocas razones para la esperanza entre la mayoría.
Moral
El auge de la violencia política difusa
Una de las cosas más chocantes de la moral actual es la combinación entre la querencia a invisibilizar todo conflicto interpersonal y la tendencia a legitimar la violencia individual cuando se le atribuye una motivación ideológica.
En realidad es el pánico al conflicto interpersonal, la fragilidad ante el riesgo de verse puesto en cuestión, la que normaliza la violencia pasiva y encuentra seguridad en la polarización y solaz en adherir pasivamente a la violencia que ejercen algunos y sufren otros.
Un ejemplo estadounidense ha sido el masivo apoyo recibido en Internet por el asesino del CEO de una aseguradora de salud. Pero ya en junio, conforme se elevaba el tono de la campaña electoral las encuestas decían que el 10% de los estadounidenses apoyaría un posible magnicidio que impidiera que Donald Trump se convirtiera en presidente.
Europa no está fuera de esta tendencia. Desde el incremento de ataques antisemitas que nadie se molestó en condenar a los asaltos y atentados contra políticos socialdemócratas y verdes alemanes, el cuadro de la impotencia política transforma el resentimiento sordo y sin dirección de ciertos sectores sociales en complacencia ante la violencia fanática de unos pocos, no menos impotentes, que se alimentan de la legitimidad que pasivamente le prestan los primeros con su silencio.
En 2025 veremos, por desgracia, más de ésto.
Pérdida de fuelle y orfandad del identitarismo
Tan sólo unas horas después de saberse los resultados de las presidenciales estadounidenses el entorno mediático del Partido Demócrata dio un giro de 180º. De la exaltación al «Woke is broke» sin otras explicaciones que las obvias que ya daban las encuestas.
¿Buena noticia para 2025? Tal vez. Una cosa es que el identitarismo pierda fuelle, otra que eso signifique un resurgir del universalismo.
Más que nada porque el universalismo, cuando se aplica, es caro. Significa servicios públicos universales, oportunidades para todos sin excepción, etc. Y eso no se lleva bien con la austeridad que viene. Así que las instituciones van a mirar con sospecha los valores más básicos que dieron forma a lo que pomposamente llaman valores europeos.
Medioambiente y política medioambiental
La agonía del Pacto Verde
Junto al despegue del militarismo y la obcecación en la guerra, ha sido la tendencia más importante de 2024. Tanto Trump en EEUU como la gran industria en Europa afirman que mantener los objetivos de emisiones significaría aceptar la desindustrialización y la miseria.
Traducido: no han sabido mantener el pulso tecnológico y productivo con China y EEUU.
Las pruebas: que el acero verde sea rentable en China y EEUU pero no en la UE, que los coches eléctricos chinos sean más baratos incluso cuando se fabrican en Europa porque tienen mejor ingeniería y procesos, y que Europa haya desaparecido de la industria de los chips y hasta de la petroquímica y el plástico.
Resultado: no cabe esperar otra cosa que un estancamiento o un agravamiento de la tendencia a flexibilizar la transformación industrial. Y sin Europa ni EEUU empujando como hace unos años -cuando pensaban que les serviría para consolidar su dominio tecnológico sobre China y Asia- el resto del mundo no va a tomar la iniciativa. [Fue ya evidente en la cop28 y la cop29. La cop30 no va a ser una fiesta
Cooperativismo y trabajo
Boom de cooperativas de trabajo y compras de empresas en quiebra por sus trabajadores
En un marco general de crisis y desindustrialización, las compras de empresas por sus propios empleados están siendo la única luz en el tunel de muchos trabajadores europeos. No es de extrañar el entusiasmo que suscitan. En nuestro canal de Telegram estamos enlazando prácticamente todos los días nuevas empresas en quiebra que son adquiridas por los trabajadores en Francia e Italia.
Hoy mismo contábamos cómo en Francia los tribunales de liquidación, abrumados por el nivel que toma la desindustrialización, se hacen más flexibles en la práctica para ayudar a la transformación en Cooperativa de Trabajo de empresas quebradas. Ellos mismos ven que la alternativa es «coop o stop».
Si bien el marco legal fija un plazo de 18 meses en el marco de un procedimiento judicial de recuperación, el Tribunal de Comercio de Estrasburgo decidió este martes 17 de diciembre conceder un indulto hasta el 27 de enero a la empresa de aislamiento Sitek de Wissembourg, que se encuentra en liquidación forzosa desde entonces . Julio de 2023 , que fabrica paneles aislantes de alta temperatura (alrededor del 40% de la facturación), para edificios (alrededor del 38%) y protección contra incendios.
El mismo artículo señala las fuerzas bajo esta crisis industrial europea: años de lo que la ideología gerencialista llama quitar grasa y crear valor para el accionista sacudidas por el impacto de la guerra.
La empresa se encontró en esta situación debido a la explosión del precio del gas en 2022 (la empresa es el mayor consumidor en el norte de Alsacia), la falta de inversión en herramientas de producción y la comunicación y marketing insuficientes.
En Italia la dominante de momento es la desaparición de demanda para la industria auxiliar de automoción y metalmecánica liderada por las desinversiones de multinacionales de otros países, especialmente de EEUU. Una ola imparable que moviliza la creación de facilidades legales una vez descubierto que invertir en la cooperativización por los trabajadores es incluso rentable en términos fiscales. Algo que no ha pasado inadvertido tampoco para el capital viejo del Norte del país, que se moviliza para invertir recursos.
La tendencia está en marcha. Las cifras bailan según el margen de fechas, pero solo en Italia se habla ya de más de 10.000 puestos de trabajo salvados por la cooperativización. Vienen más. Pero no todo serán triunfos para el cooperativismo de trabajo.
Crisis del modelo de cooperativa basado en la dependencia de las ayudas públicas
Sin embargo, no todo será color de rosa para las cooperativas de trabajo. Por un lado seguirá la tendencia de las organizaciones ACI a disolver el cooperativismo de trabajo en el magma de la Economía Social y teñirlo de lógica asistencial devaluando su impacto sistémico y reforzando el gerencialismo; por otro veremos problemas serios en aquellas cooperativas de trabajo creadas bajo el modelo ACI ligadas precisamente a lo asistencial (mayores, sanidad, etc.).
En la UE viene una nueva temporada de austeridad (¿cómo si no financiar el militarismo, el apoyo a los grandes monopolios frente a la competencia china y estadounidense y mantener el esfuerzo de guerra en Ucrania al mismo tiempo?) y las primeras víctimas serán los servicios sanitarios y de atención domiciliaria cooperativizados con ayudas públicas. Sin aglomeraciones de cooperativas de trabajo que las sostengan con sus excedentes -algo que no entra ni de lejos en el modelo ACI- los recortes que vienen pueden ser arrasadores para ellas.
Activismo y comunicación
Vuelve lo tangible
Vuelve el papel, lo presencial, lo táctil, la palabra en vivo, los talleres, los fablabs, los juegos de rol y de tablero... Y nos cambiarán tanto como nos cambió lo digital.