Todos los días pasa algo nuevo en el cooperativismo de trabajo francés
Francia, como buena parte de Europa está viviendo un verdadero despertar cooperativo. Los lectores de nuestro canal en Telegram leen prácticamente todos los días algún nuevo avance del mundo cooperativo de trabajo francés.
Parece que no hubiera semana en la que una empresa emblemática en quiebra no sea rescatada al pasara manos de sus trabajadores. El movimiento cooperativo de trabajo está agitando el país, levantando la primera esperanza real frente a la desindustrialización y transformando las aspiraciones de futuro de las generaciones presentes.
Si vamos a los datos, estamos hablando de 4.500 cooperativas entre cooperativas de trabajo y cooperativas comunitarias y de 85.000 puestos de trabajo. Es muchísimo. Pero está todavía lejos de la referencia europea en cooperativismo: España.
Pero la mayor base europea de cooperativas de trabajo es España
Según datos de CEPES, el 26% del empleo cooperativo europeo y el 9% de las cooperativas en la Unión Europea se ubica en España. Son en total 23.383 empresas cooperativas que integran a casi medio millón de trabajadores socios.
De las 23.000 cooperativas citadas, 18.941 son cooperativas de trabajo y de los más de 400 mil trabajadores socios, 319.039 son trabajadores socios de su propia cooperativa de trabajo. Las coops de trabajo producen un 5,5% del PIB español. Un récord mundial.
...Y sin embargo no genera noticias
Y sin embargo, mientras todos los días aparecen noticias sobre el cooperativismo de trabajo francés o belga, en España apenas se localiza una noticia, por lo generar insulsa, a la semana. ¿Por qué?
Porque no son las cooperativas individualmente las que tienen que comunicar los avances, problemas y utilidad del cooperativismo de trabajo, sino las asociaciones de cooperativas.
No están fallando las cooperativas y no están fallando los medios. Estamos fallando las asociaciones que tendríamos que estar llamando la atención sobre todo lo que el cooperativismo de trabajo aporta y puede aportar a las comunidades en las que vivimos.
¿Qué hay que hacer?
Con Europa arrancando una nueva ola de desindustrialización, con el capital desinteresado de la producción y por tanto del empleo, el cooperativismo de trabajo es socialmente más necesario y valioso que nunca.
Tenemos que cambiar el paso. Tenemos que comunicar sin miedo, convencer con solidez, formar con seriedad y acompañar con mimo a los que den el salto a constituirse o transformarse en cooperativa de trabajo.
Y para eso, tanto en el Centro de Estudios Maximalistas como en Comuneras, necesitamos socios y voluntarios, ideas y promotores de actividades.
Dicho en claro: escríbenos, propón actividades. Pongámonos en marcha. Es el momento.