Nuestro Congreso se abrió con dos días de actividades en la comarca del Bodión (Valverde, Burguillos, Medina de las Torres) a las que fueron incorporándose compañeros llegados de distintos lugares de España (Granada, Cádiz, Valladolid, Madrid), Argentina y Corea del Sur. Fue una forma de reencontrarnos -y a veces de encontrarse por primera vez físicamente- al mismo tiempo que, colectivamente, descubríamos el entorno por el que los compañeros de nuestra cooperativa madre han apostado por centrar su estrategia de trabajo de aquí en adelante.
Análisis global
Los trabajos «formales» de la asamblea se abrieron realmente el domingo, con la llegada de los últimos participantes. El punto de partida: la situación global, cómo afecta al trabajo en distintas partes del mundo y cómo afecta a nuestro propio trabajo. Enhebramos las transformaciones económicas, la desindustrialización, el boom de la IA y la renovada centralidad de la guerra con la situación en los barrios, la degradación de las condiciones de vida y los cambios culturales que está propiciando; el cambio climático, los cambios en las formas de producción agraria, la ultraintesividad y el impacto de los parques solares, con la despoblación general y la gentrificación de algunas comarcas en España, Portugal y Francia.
Balance desde 2019
A partir de ese marco, que presentamos en el Manifiesto surgido del Congreso, comenzamos el contraste de la estrategia que comenzó en nuestra asamblea de 2019, y los resultados que ha implicado tanto para la cooperativa como para la asociación.
En 2019 se afirmó una reflexión que reconsideraba la relación de nuestro movimiento con el espacio y el territorio:
- Disponer de espacios propios significa poder crecer y, sobre todo, poder convocar a otros. Lo virtual, las redes digitales, no son una alternativa real al espacio físico cuando se quiere crecer y transformar, ni siquiera si se compagina con la presencialidad puntual y con publicaciones en papel.
- En las grandes ciudades la tarea principal es enfrentar la atomización social y la devaluación del trabajo y su naturaleza colectiva. Sin embargo, el espacio urbano es poco flexible, tiene altos precios y difícil acceso. Sólo pivotando desde fuera de la gran ciudad podemos ofrecer vidas mejores. Es necesario para nosotros establecer un eje de relación ciudad-campo.
Esta reflexión madura durante los casi dos años de restricciones pandémicas y desde 2022 se desarrolla en una estrategia sobre el territorio. Desde entonces:
- El CEM ha publicado seis cuadernos maximalistas en papel e impartido cuatro talleres de formación cooperativa para personas que no eran miembros, lo que a su vez ha aumentado el número de personas en relación regular con las actividades presenciales y las publicaciones electrónicas hasta el centenar.
- La cooperativa ha crecido en miembros trabajadores hasta casi doblarse y desde 2021 ha comenzado a trasladar progresivamente sus actividades e infraestructuras de trabajo y vivienda desde el entorno urbano del cuadrante noreste español al rural suroeste.
- Esta reubicación ha ido acompañada de un cambio de orientación en sus actividades productivas, pasando a promover por primera vez proyectos en el medio rural en 2022.
- La asociación y la cooperativa, de manera conjunta, han emprendido la creación de una fundación centrada en la lucha contra la despoblación rural y el impulso de un modelo de repoblación productivo y no gentrificador. Se trata de un vehículo que hace más fácil y barato aportar a cada uno, y que nos dará la oportunidad de establecer un sistema de aportes económicos abierto para socios y entorno que empezará en cuanto esté registrada legalmente.
Las nuevas posibilidades y objetivos
En el nuevo marco, plantea el congreso, se nos abre un mundo de nuevas posibilidades de aporte abriendo camino a construir vidas mejores.
A corto plazo;
- Realizar residencias, encuentros y actividades culturales en el medio rural que refuercen los esfuerzos asociativos barriales en las ciudades en todo un espectro de temas que van desde la formación cooperativa a las clases de refuerzo escolar. Y enriquecerlas con actividades que visibilicen la centralidad del trabajo, el conocimiento y su relación con el medio: desde el disfrute de las estrellas a la observación de los pájaros pasando por la recuperación de patrimonio e Historia.
- Impulsar la creación de redes de comunicación rural que se extiendan hacia los barrios urbanos, usando una mezcla de tablones de anuncios, reutilización de infraestruturas digitales infrautilizadas y formación. Se trata de impulsar un medio de comunicación distribuido, auto-organizado, replicable y escalable para reforzar con herramientas de difusión al tejido asociativo rural.
A medio plazo:
- Recuperar por medios y con fines cooperativos infraestructuras productivas y viviendas hoy abandonadas; revitalizando los pueblos e impulsando la repoblación desde el trabajo auto-organizado.
A largo plazo:
- Hacer posible y alimentar cooperativas de consumo que reduzcan significativamente el precio de alimentos de primera necesidad en los barrios trabajadores e impulsen una relación consciente con el consumo y el territorio, creando producción y flujos auto-organizados no sólo de mercancías, sino de conocimiento, conversaciones y visiones de futuro.
- El desarrollo de cooperativas de trabajo y aglomeraciones cooperativas integrando campo y ciudad, producción agraria, de transformación y de servicios.
Alianzas urbanas
Para poder orientarnos de manera fructífera hacia este tipo de objetivos necesitamos encontrar en ciudades y barrios un entorno organizado. Para eso estableceremos relaciones e intentarenos reforzar a quienes realizan esfuerzos confluyentes desde la organización vecinal en barrios y ciudades pequeñas. Esto significa establecer alianzas y dar un apoyo sostenido a asociaciones locales y culturales hermanas como Icaria, ahora en proceso de expansión, a través de la que vehicularemos preferentemente nuestra proyección hacia la ciudad. Este apoyo se centrará en:
- La formación de dinamizadores comunitarios, especialmente entre grupos de jóvenes, como alternativa constructiva a la pasividad y al consumo de experiencias llave en mano que alimentan la atomización y la desintegración del tejido social.
- Alimentar mediante la formación y el acompañamiento los esfuerzos para crear cooperativas de consumo en barrios trabajadores.
Como parte del esfuerzo para crear este tejido de alianzas y proyectos organizaremos el 9 de mayo de 2024 una feria-encuentro del activismo social en la comarca del Bodión.
Conclusiones
Tenemos por delante una posibilidad real de mostrar el camino para construir vidas mejores basadas en esfuerzo colectivo y el trabajo auto-organizado, que muestren la posibilidad real de establecer nuevas relaciones entre campo y ciudad, trabajo y conocimiento y, de fondo, entre Humanidad y Naturaleza.
Necesitamos el concurso y el aporte de muchos y muy diferentes, empezando por nuestros propios socios, amigos y simpatizantes, por otras cooperativas de trabajo y por el asociacionismo cultural y barrial. Nada va a ser fácil ni instantáneo. Los compromisos han de ser sólidos. Los esfuerzos, grandes y anónimos. Los resultados no están garantizados. Y la recompensa será social, no individual ni grupal. Que nadie espere reconocimiento. Lo que viene, merece realmente la pena.